Mostrar/ocultar texto completo de la misión «Cuando Atanis estaba dejando esta tierra para reunirse con la Madre, me contó sus penas.
“No puedo sustituir a Naak porque no soy un espíritu antiguo. Lo único que puedo hacer es volver con la Madre para llevarte al lado del camino. Encuentra la luz del alma más pura que se filtró del Reino de las Raíces e inunda el campo de Yianaros, el espíritu de los jardines, con ella. Se mezclará con las canciones de los dos espíritus y la luz del Kamarbor por fin volverá a iluminar nuestra nación”.
No tengo ni idea de a dónde ir, ¿qué es el “Reino de las Raíces”? Sumida en la incertidumbre y la desesperación, Atanis volvió a hablarme: “Un grupo de forasteros vino a este bosque para ver a los mirumok. El cabello de la más joven de ellos huele como las raíces, y se llama Orwen, que significa ‘llave’ en el lenguaje de los espíritus”. “Orwen”... qué nombre más bonito. Debo ir a hablar con ella y pedirle ayuda».
(La desesperación que sentía Catherine es evidente, pues su escritura refleja bien sus sentimientos).
¡Vaya, volvemos a vernos! ¿Qué te cuentas? Yo he venido porque han descubierto una reliquia antigua aquí, así que yo aquí estoy también. Pero vamos, no es la primera vez que vengo. ¿Cuándo fue...? ¿Cómo dices? ¿Que Edan también estuvo por aquí? ¡Anda, pues no lo sabía! Aunque bueno, yo diría que los secretos son más divertidos si siguen siendo secretos. ¡Ah! Ahora que me acuerdo, ¡Orwen también estuvo aquí cuando era pequeña! ¿Será el destino? De todas formas, ¿por qué te interesa tanto mi pasado de repente? |