Mostrar/ocultar texto completo de la misión En Kamasilva hemos vivido en armonía con los espíritus durante siglos gracias al Kamarbor, regalo de nuestra Madre Sylva. Al principio, las ganelle, hijas del sol, no estábamos solas. Nuestras hermanas, las vedir, hijas de la luna, habitaban también estas tierras. Hasta un día, en el que los espíritus oscuros nos invadieron desde el este. Tras este incidente, nos vimos separadas de nuestras hermanas, en guerra para siempre.
El Kamarbor es la fuente del poder de todas las ganelle y el alma del bosque. Si las ahib, es decir, «traidoras» en nuestra lengua, deciden atacar, lo sacrificarán sin duda para debilitarnos, aunque ello mate al bosque también.
Extraemos nuestro poder del Kamarbor, pero el Kamarbor ha perdido su luz. Solo es cuestión de tiempo hasta que nosotras empecemos a debilitarnos, es por eso por lo que hemos pedido el apoyo militar de la república de Calpheon hasta que el Kamarbor vuelva a recobrar su luz. Si te paseas por Grana y los bosques de Kamasilva, puede que puedas apreciar que, pese a su belleza, están en un declive perpetuo. |