Mostrar/ocultar texto completo de la misión «Imagino que, para redimir el error de Okiara, debería hablar con la Gyfin a cargo de la negociación con las denfatas antes de volver a los brazos de la Madre. Me encantaría saber qué se le pasa a Atanis por la cabeza para encargarme algo así a mí. Soy una ganelle, y sabe perfectamente que las ganelle y las Gyfin Rhasia no nos adentramos ninguna en el territorio de las otras. Pensé en pedirle ayuda a alguien, pero cómo no, Atanis me dijo que esta tarea era secreta y que tenía que hacerlo por mí misma. Imagino que la Gyfin Rhasia en cuestión sería Tulitua, que para eso vigila la entrada, aunque estoy convencida de que va a intentar intimidarme y no me dejará hablar...».
(Parece la historia de Okiara contada como si de un cuento de hadas se tratase).
«Haré lo que haga falta para alegraros el corazón y para que el dolor y la tristeza inconmensurables que os acongojan desaparezcan». Esta es la tercera vez que escucho algo parecido, y la segunda que lo dice un ser de carne. A pesar de que Okiara se fuera al mar y nos abandonase, recordamos el calor de su dulzura como si fuera ayer. |