Afortunadamente pudimos salvar un ascua.
Es pequeña y débil, pero en ella brilla nuestra esperanza.
Sin embargo, solo vos, portadora de la sangre de Omua, podéis avivar su fuego.
El ascua acabará por morir en manos de cualquiera que no seáis vos.
Solo vos tenéis el poder para devolver la gloria a la Llama Sagrada.
Pero, para ello, debéis salir de la tempestad del olvido que os atenaza.
Mirad allí. ¿Veis los esqueletos de los que murieron injustamente?
El resentimiento aún los mueve, impulsándolos con una no vida maldita.
Librarlos de su cruel destino apaciguará vuestra tormenta.
Cuando terminéis, venid a verme a las Ruinas antiguas de Hasrah.

Acabad con su resentimiento y calmad la tormenta del olvido.
Estaré esperándoos en las Ruinas antiguas de Hasrah.

Bienvenida, espero que estéis más despejada.
Entiendo que tendréis preguntas, así que permitidme explicaros...
Ha pasado mucho tiempo, pero vos sois la Maestra de la Llama,
y nosotros, vuestros humildes adoradores, llevábamos mucho esperando vuestro regreso.

Objetivo de misión: Asana
- Derrota esqueletos frenéticos

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Acciones requeridas:

1. Matar monstruos (15):
   - Esqueleto frenético centurión
   - Esqueleto frenético decurión
   - Esqueleto resentido
   - Hechicero negro frenético
   - Perro guardián esquelético
   - Esqueleto frenético hachero
   - Esqueleto frenético fusilero
   - Esqueleto frenético
   - Espectro del Margoria